jueves, 21 de febrero de 2013

Un día en verbos


Revisar el correo electrónico, redes sociales, páginas web y 'fanpages'. Acostarse a las 10 de la noche. Prender el televisor. Quererse dormir, no poder hacerlo. Apagar el televisor para creerse el cuento. Aburrirse de tener los ojos cerrados y darse cuenta que no hay sueño. Abrir los ojos y prender de nuevo el televisor o el computador. Mirar la hora. Hacer cálculos del tiempo que se dormirá. Volver a apagar los aparatos electrónicos. Ver el celular, dejarlo por ahí por no haber nada interesante. Volverlo a ver del aburrimiento, volverlo a dejar porque sigue sin nada de interés. Ponerse a pensar (familia, deudas, qué tal si…, trabajo, amigos, sexo, novia). Inventarse videos de lo que se estaba pensando. Ver la hora, 3 de la mañana. Emputarse. Dormirse sin darse cuenta, después de mucho tiempo de intento.






Levantarse. Orinar. Desayunar. Mirarse el cuerpo. Verse gordo. Hacer ejercicio, 5 minutos. Cansarse. Arreglar la casa. Volver a revisar el mismo correo, las mismas redes sociales, las mismas páginas. Ver el celular, sin nada nuevo. Quedar libre. Ver televisión. Aburrirse de la programación. Volver a Internet. Mirar fotos de amigos que sí están triunfando. Deprimirse. Maldecirlos. Entender que no es culpa de ellos. Volver a ver sus muros. Envidiarlos. Volver a maldecirlos. Buscar trabajo. No encontrar nada. Emputarse de nuevo. Denigrar de la carrera (comunicación social). Hablar con otras personas. Entender que no es la carrera, es Colombia. Volver a ver fotos de amigos en el exterior. Frustrarse. Apagar el computador. Dormir en la tarde.

Mirar el noticiero de las 7 de la noche. Ver cómo el país se va para la mierda. No hacer nada. Prender una vez más el computador. Volver a revisar el mismo correo, las mismas redes sociales, las mismas páginas. Aburrirse, una vez más. Salir. Tomarse una gaseosa. Comer. Irse a acostar y repetir el día.

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