martes, 21 de febrero de 2012

El trauma que me dejó El mundo según Pirry


Lo primero que tengo que decir es que no me parece que el programa sea malo, de hecho me gusta, es más, Guillermo Prieto tiene una muy buena propuesta audiovisual en Especiales Pirry (antes se llamaba El mundo según Pirry).

Pero remitámonos a lo que fue ese programa en mi infancia, ese en el que en el set aparecía un mundo girando atrás de Guillermo Prieto La Rotta ‘Pirry’, ¿lo recuerdan? Pues les informo que cada emisión pudo haber marcado a una persona, tal y como me pasó.

Un estudiante, común y corriente, qué puede pensar cuando en televisión aparece un sujeto al que le pagan por visitar lugares como Egipto, Machú Picho, La Patagonia, Malpelo (sí, Colombia); al que le pagan por lanzarse de ‘bungee jumping’, por visitar ferias alrededor del mundo, entre otras cosas.

Lo primero que llega a la cabeza es que uno quiere tener un trabajo igual, y como en ese momento se habita en esa burbuja que se llama ‘estudio’, se cree que es muy fácil de conseguir.

Uno habla con sus amigos, esos que quieren conocer el mundo al lado de uno, con los que se hacen planes de volverse mochileros por Suramérica, con los que se piensa en cómo ahorrar el dinero para viajar por el mundo. Uno sabe que  no va a ser fácil pero no importa, importa el objetivo. Pero todo se va al piso al ver que no somos capaces ni siquiera de cuadrar un viaje a Melgar.

Pero en el momento en que esa burbuja en donde uno ha habitado 22 años (incluyendo la universidad) se rompe,  uno se da cuenta de la verdad, trabajar en un programa como ese es muy difícil y más si uno lo hace por querer conquistar el mundo, o bueno por lo menos conocerlo.

Ahora lo único que uno ve son bolsas de empleo en Internet en el que exigen 15 mil años de experiencia para pagar un sueldo mínimo de domingo a domingo, con un día de descanso de lunes a miércoles.

Un trabajo en el que lo único que conocerás serán todas las páginas posibles en la web, en el que solo te vas a parar del computador para tomar tinto o para la hora del almuerzo, y el mundo lo visitaras, claro, a través de Google.

2 comentarios:

  1. Lo recuerdo tan claro como el agua, sobre todo aquel episodio del "Festival erótico en Barcelona", jajajajaja. O como cuando lo picaron las abejas y se le hincho el rostro.

    Buen escrito.

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