Lo primero que tengo que decir es que no me parece que el
programa sea malo, de hecho me gusta, es
más, Guillermo Prieto tiene una muy buena propuesta audiovisual en Especiales Pirry (antes se llamaba El mundo según Pirry).
Pero remitámonos a lo que fue ese programa en mi
infancia, ese en el que en el set aparecía un mundo girando
atrás de Guillermo Prieto La Rotta
‘Pirry’, ¿lo recuerdan? Pues les informo que cada emisión pudo haber marcado a una persona, tal y como me pasó.
Un estudiante, común y corriente, qué puede pensar cuando en
televisión aparece un sujeto al que le pagan por visitar lugares como Egipto,
Machú Picho, La Patagonia, Malpelo (sí, Colombia); al que le pagan por
lanzarse de ‘bungee jumping’, por
visitar ferias alrededor del mundo, entre otras cosas.
Lo
primero que llega a la cabeza es que uno quiere tener un trabajo igual, y como
en ese momento se habita en esa burbuja que se llama ‘estudio’, se cree que es muy fácil de conseguir.
Uno
habla con sus amigos, esos que quieren conocer el mundo al lado de uno, con los que se hacen planes de volverse mochileros por Suramérica, con los que se piensa en cómo ahorrar el
dinero para viajar por el mundo. Uno sabe que no va a
ser fácil pero no importa, importa el objetivo. Pero todo se va al piso al ver
que no somos capaces ni siquiera de cuadrar un viaje a Melgar.
Pero
en el momento en que esa burbuja en donde uno ha habitado 22 años (incluyendo
la universidad) se rompe, uno se da
cuenta de la verdad, trabajar en un programa como ese es muy difícil y más si
uno lo hace por querer conquistar el mundo, o bueno por lo menos conocerlo.
Ahora
lo único que uno ve son bolsas de empleo en Internet en el que exigen 15 mil años
de experiencia para pagar un sueldo mínimo de domingo a domingo, con un día de
descanso de lunes a miércoles.
Un
trabajo en el que lo único que conocerás serán todas las páginas posibles en la
web, en el que solo te vas a parar del computador para tomar tinto o para la hora del
almuerzo, y el mundo lo visitaras, claro, a través de Google.
Fernando Castañeda
Lo recuerdo tan claro como el agua, sobre todo aquel episodio del "Festival erótico en Barcelona", jajajajaja. O como cuando lo picaron las abejas y se le hincho el rostro.
ResponderEliminarBuen escrito.
Sí, exacto. A eso me refiero.
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