jueves, 7 de junio de 2012

¿Cuánto ofrecería el Estado si a usted le pasara algo?


Ser una persona adinerada en este país no sólo ofrece la oportunidad de darse una gran vida, comprando mansiones, camionetas, yates, irse por todo el mundo de viaje, etcétera. También sirve para que en el momento de que le suceda algo el Gobierno le preste atención al tema.

Sí, así funciona el mundo. Los ricos tienen asegurada una profunda investigación por cada hecho malo que ocurra en sus vidas, mientras que a usted un ciudadano de a pie, como yo, en caso de que nos pase algo no seremos algo más que una estadística.

Claro, hay casos de casos, por ejemplo: el más reciente y detestable fue el que vimos los colombianos de Rosa Elvira Cely, una mujer que salió a la luz pública por el hecho de su muerte (el empalamiento) no por haber sido violada o asesinada, ya que ese tipo de sucesos son muy frecuentes en Colombia.

Pero, ella de haber sido una persona pudiente seguro la hubieran llevado a algunos de los hospitales de mejor servicio y más cercanos del sector donde ocurrió el hecho, sin embargo, ya sabemos que no fue así. No entraré en detalles que los medios de información ya mostraron (http://bit.ly/JGIE0i).

Sólo quiero evidenciar que la vida de algún personaje adinerado vale más para el Gobierno y para los medios de información. Cuando asesinaron a los estudiantes de los Andes en Córdoba se desplegó un operativo impresionante para capturar a los implicados y ofrecieron una suma de 50 millones de pesos de recompensa para dar con los asesinos (http://bit.ly/Lhi40M).

En el atentado contra el exministro Fernando Londoño el Gobierno ofreció 500 millones de pesos por los responsables, además, él fue trasladado a una de las mejores clínicas del país, si no es la mejor (http://bit.ly/LhiCDZ).   

El caso de la muerte de Luis Andrés Colmenares se convirtió un todo un show mediático en el que sólo se quiere vender. Grandes abogados alardeando de sus apellidos, importantes familias defendiendo sus intereses y buscando cualquier recursos para imponer su propio juicio.

Claro, obviamente repudio todo acto violento que se realice contra una persona, pero al Estado qué le hace pensar que una vida vale 10 , 15 o 20 millones. ¿Quién le da el valor a la vida de las personas? ¿El escolta de Fernando Londoño valía menos que el exministro? ¿Por qué no se ofreció recompensa por la muerte del escolta de Londoño? Realmente, no entiendo.

Ahora bien, imagínese que a usted le pasa algún caso similar. Yo hice el ejercicio y me di cuenta que no ofrecerían ni 200 mil pesos por el que atentara contra mi vida, claro, si no es algo muy monstruoso porque en ese caso puede que la suma aumente a 500 mil pesos.

Alguna vez han visto titulares como: Gobierno ofrece 50 millones de pesos por el responsable del asesinato del joven del Sena o Siga el minuto a minuto de la audiencia de imputación de cargos al presunto asesino de don Manuel, el amable vecino del barrio El Tintal.

No, eso no pasa y nunca va a suceder porque si usted es un ciudadano pobre, como yo, lo único que puede esperar es que su familia lo extrañe y quede como una estadística más, que será publicada a fin de año.

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