jueves, 26 de enero de 2012

¿Sin trabajo? Tranquilo: decálogo de un desocupado


Estar sin nada qué hacer no es una tarea fácil, ya sea por la presión de los padres, la sociedad y, claro, por la falta de dinero. Lea aquí el decálogo del desocupado o ‘vago’, como quieran llamarlo:
1. Siempre que tenga una idea de empresa o ganas de trabajar y alguien le diga que es muy difícil, escúchelo. Así no perderá tiempo en algo en lo que posiblemente fallaría. Aprenda de los fracasados.
2. Salga a hacer todos los mandados y las diligencias de la casa. Con esto podrá perder dos horas de tiempo al día, pero se ahorrará cuatro horas de cantaleta.
3. Cómprese un libro. Esto lo distraerá unas horas y así cuando sus padres vayan a molestar dirán: “el joven está leyendo, algo debe estar planeando con su vida”. Así se evitará un regaño, o más cantaleta.
4. Permanezca en  Facebook y Twitter hasta tarde. Entre más tarde se acueste, más tarde se levantará, y por ende ya no tendrá que pensar en qué hacer durante la mañana.
5. Haga ejercicio ocasionalmente. Esto le ayudará a que el dolor de espalda, producido por dormir tanto y ver tantas películas, no sea tan grande. Además, si es vanidoso (a) también le sirve.
6. Procure hacer mercado de películas. No olvide tener de todos los géneros y para todas las ocasiones. Internet también es una buena fuente de material fílmico.
7. Dedíquese a solo pasar hojas de vida por Internet. Así tendrá la tranquilidad que lo intentó y ya no es su culpa de que no consiga trabajo.
8. Si tiene X box, Play Station, Wii o alguno de sus similares, busque un juego que le quite mucho tiempo, en el que usted espere conseguir algo. Puede ser de guerra, esos siempre son largos. Si no tiene, no se preocupe, aún algunos computadores vienen con Solitario o Buscaminas. Sea un experto.
9. No pare de hablar con sus amigos que están en la misma situación. Converse con ellos sobre proyectos, hágalo en frente de sus padres, así sabrán que usted tiene visión.
10. Por último, cree un blog. Eso lo ayudará a distraerse durante los largos periodos de aburrimiento que hay detrás de la vida de un vago.
*Este decálogo aplica condiciones y restricciones. Buena suerte.
Fernando Castañeda@Stalkista

6 comentarios:

  1. jajajajajaja! Esta bueno

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  2. En mis épocas de desparche, ya tan lejanas, tenía un horario establecido sobre programas de televisión, que en varias ocasiones se me confundía con el de los fines de semana, pues un vago pierde la noción del tiempo y el espacio, hasta de sí mismo.

    Muy bueno parce.

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  3. Que pena sugerirte el primero jajajajaja Sin embargo coincido en la mayoría. En mi época me dedicaba a ser dama de compañía del resto de la humanidad, y dedicaba bastante tiempo a ver novelas en la mañana y la tarde, que tristeza.

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