lunes, 23 de enero de 2012

La movilidad la hacemos todos

La calle 26 es sin duda el tormento de los bogotanos. Por una parte fue la obra en que la corrupción en la capital se descaró y ahora Gustavo Petro anuncia que este año no se entregará.

La construcción de esta avenida ha sido tan traumática que el día en que realmente la entreguen, los bogotanos sentirán que es un sueño y que el grupo Nule nunca existió, lo que sería de gran ayuda para ellos, ya que así, sin que nadie los recuerde, podrán hacer y deshacer con la justicia.

Pero, no es solo esta avenida la que hace que los capitalinos quieran salir corriendo de la ciudad, aunque sea solo en pensamiento, debido a que utilizar el transporte público en esta ciudad es un caos completo.

El Alcalde propone cobrar por utilizar el carro y así motivar a los ciudadanos a que utilicen el TransMilenio y los buses que la ciudad ofrece. Lo que Petro no tiene en cuenta es que montarse a alguno de esos medios de transporte en horas pico es casi imposible, a menos de que sea una muchacha hermosa y de seguro tendrá a disposición la silla del copiloto, pero de no ser así tendrá que esperar a que algún buen ciudadano, es decir un conductor agalludo, lo recoja para llevarlo a su lugar de destino.

Ya que se legró montar en el vehículo, tendrá que luchar por una silla, si no alcanzó a tener una, deberá estar atento y analizar quién tiene cara de bajarse pronto y así lanzarse sobre ella porque el camino es largo, y no es que todos trabajen y vivan a los extremos de la ciudad, sino porque los trancones que se arman en la ciudad son de récord Guiness.

Ahora bien, el luchar por subirse al bus o por una silla no son los únicos inconvenientes, usted deberá soportar los miles de olores que se me mezclan y el calor humano que se crea de estar tan cerca de otra persona, aunque eso no es tan grave, ya que siempre se oirá decir: “siga al fondo que allá hay espacio”, francamente, nunca se ve ese espacio.

También hay que soportar que el conductor de bus lleve a sus pasajeros a punta de Olímpica Stéreo o Candela, estas emisoras tienen en común que sus programas parecen que son grabados durante el Carnaval de Barranquilla y que sus locutores solo se preocupan por leer el primer chiste que se encuentran en Google.

Sin embargo, a los ciudadanos se les exige llegar al trabajo y a la casa muy relajados porque la movilidad la hacemos todos.

Fernando Castañeda
@Stalkista



3 comentarios:

  1. jajaja m ta bueno el articulo mi querido fer pero no olvides tambien uno de los temas que tambien estan planteando el de los parqueaderos en las calles que tambien a mi parecer aumetara los trancones .. imaginate el caos... y lo de las emisoras pues en medio de todo hacen reir una distraccion mas para quienes ignoran o quienes desean hacerse los locos con las prolematicas de bta aun asi ami me gustan jajaja.. abrazos felicidades por tu nuevo blog.. DG

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  2. Hace unos días hablaba con un amigo que lleva unos días viviendo en Bogotá, él explicaba que aunque antes de vivir señalaba a los 'rolos' como un montón de amargados e intolerantes, ahora es diferente, pues la dinámica de 'gran ciudad' hace que las personas se vuelvan así. En ciudades donde la movilidad es un momento placentero los niveles de estrés suelen ser más bajos. Creo que la mejor opción es usar bicicleta, pero ahí surge el problema de la seguridad. Es una cadena de problemas en forma de espiral, una que a pesar de las vueltas que se le dé siempre lleva al mismo lado.

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