Aunque esta palabra no
existe en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), considero
que es la más acorde para definir un aspecto que tenemos todos, sí todos,
incluido usted, así no sea en alguno de los casos que mencionaré más adelante.
Y no se ofenda, mi intención
no es esa, pero en el fondo todos tenemos algo de solapados, que según la RAE
es la persona que por costumbre oculta maliciosa y cautelosamente sus
pensamientos.
A menudo veo cómo, tal vez
por presión de la sociedad, negamos cosas que en el fondo nos encantan. Por
ejemplo: en las redes sociales abundan los ‘antireguetoneros’; se ven a menudo publicaciones
en Facebook y tuits en los que insisten que es una música vulgar, que debería ser
sacada de las emisoras, que insita al sexo (lo que no me parece malo), etcétera,
etcétera.
Sin embargo, he visto a una
gran mayoría que critica este genero musical partirse las caderas en las
discotecas y cantar a 'grito herido' las letras de las canciones de reguetón, porque se las saben
y completicas. Entonces, ¿a qué jugamos?
También he visto cómo muchos
hablan del sexo como si fuera algo de otro planeta, algo que a nadie le gusta y
que solo está diseñado para procrear y no para dar y recibir placer.
Un día entré a un ‘sex-shop’-
a averiguar un encargo- y lo admito: sentí pena que me vieran entrar. Sentía
pavor que algún conocido pasara por ese lugar y pensara que era un degenerado o
algo así.
Ya dentro de la tienda me
relaje un poco, pero notaba que los transeúntes que pasaban por el lugar me
miraban de una manera rara, como si estuviera cometiendo un delito, sus ojos
reflejaban: “¿ese muchacho tan joven que hace ahí?”.
Me sentía intimidado con todas esas miradas,
lo que me llevó a pensar en la doble moral que nos rodea. Todos disfrutamos del
sexo de alguna manera y eso no tiene nada de malo.
Caso similar sucede con la
masturbación, muchos utilizan esta práctica como objeto de burla, piensan que
las personas que sienten placer con este método son las solitarias, las que no
son capaces de conseguir una pareja y no es así, incluso, estudios revelan que
masturbarse trae beneficios para el ser humano.
Además, es muy común oír las
posiciones sobre el aborto y la legalización de las drogas. Muchos de los que
se oponen a estos temas son de los que cuando hay un retraso en la pareja se
preguntan: ¿qué hacemos? Dejando abierta la posibilidad de interrumpir un
embarazo.
Otros son de los que dicen
que al legalizar las drogas las calles se van a llenar de ‘marihuaneros’. Pero
son de los que contaminan los sitios públicos con el humo del cigarrillo, que
hace igual o más daño que algunas drogas.
En fin, todo esto lo escribí
para decirles: Qué lindo sería que todos vivieran su vida sin preocuparse por
los demás y consecuentes en sus actos y pensamientos.
Fernando Castañeda
Fernando Castañeda
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